Aquí os dejo un cuento para que podáis ver dónde reside el cielo y el infierno que siempre nos han dicho. Cada uno que saque sus propias conclusiones.
Un guerrero samurái fue a visitar a un viejo sabio para plantearle una duda que lo atormentaba.
-Señor, estoy aquí porque necesito saber si en verdad existen el infierno y el paraíso.
-¿Quién lo pregunta? -contestó el maestro.
– Un guerrero samurái.
-¿Tú un guerrero samurái? -se burló el maestro-. ¿Con esa cara de idiota que tienes?
El guerrero no daba crédito a lo que oía.
-Seguro que además de estúpido eres un cobarde -se mofó de nuevo.
La ira se adueño del samurái que desenvainó instintivamente su sable, dispuesto a vengarse de tal ofensa.
-¡Ahora se abren las puertas del infierno!- gritó el anciano.
El guerrero comprendió de súbito la actitud del maestro y guardó su sable avergonzado.
-¡Ahora se abren las puertas del paraíso! -exclamó de nuevo el maestro.